Relacion Pisada Natural y el Drop

De un tiempo para acá, el drop se ha convertido en uno de los aspectos más importante a tener en cuenta a la hora de elegir unas zapatillas para correr. Creo que es una buena noticia que el corredor «popular» se preocupe por ello, aunque aún falta mucha información, ya que puede influir significativamente en nuestra forma de correr, teniendo relación directa con el riesgo de lesiones por una mala elección del mismo. Voy a hablar sobre como influye el drop en nuestra pisada, profundizando en el calzado minimalista.

El Drop en el calzado minimalista

El calzado minimalista está hecho para imitar los beneficios de estar descalzo mientras proporcionan un mínimo de protección a nuestros pies. Una de las características más destacadas de este tipo de zapatillas es el drop cero. pero… ¿Qué es el drop? «El drop es la diferencia en milímetros desde el talón hasta la punta de nuestro pie respecto al suelo».

El drop que mejor se adapta a una pisada natural es el drop 0, de ahí que las zapatillas minimalistas se caractericen por la ausencia de drop.

El drop debe adaptarse a nuestra pisada natural

Si yo afirmara que, un drop que no se adapte a tu pisada natural te forzará a realizar una pisada diferente, aumentando de forma excepcional el estrés en músculos y tendones. En principio, esto podría causar dolores y malestar inusuales que podrían acabar convirtiéndose en tendinitis o periostitis. ¿Que pensarías?, ¿tiene sentido lo que comento? ¿y cuál es esa pisada natural? Te invito a poner en Google «que es la pisada natural» y verás que prácticamente en el 100% de los enlaces que visites la pisada natural está relacionada con caer de antepié o plano. Y en prácticamente todos se asocia con el correr descalzos.

Y si ahora te dijera que el texto en negrita del párrafo anterior lo ha dicho una de las marcas más conocidas del mundo del Trail Running, como es Salomon. ¿Como te quedas?. Resulta extraño que una marca que tiene zapatillas con drop altos (tiene algún modelo con poco drop) diga esto, ¿verdad?. Pues lo que dice tiene sentido, aunque Salomon no especifica cual es la pisada natural para ellos, pero es obvio que saben cual es, y más habiendo tenido en sus filas al corredor más laureado del Trail y que en alguna ocasión ha hablado sobre ello. Enlace a la web de Salomon donde habla sobre ello aquí.

Salomon nos habla de pisada natural, pero no se moja en cual es esa pisada. Pero si me llama la atención que cuando nos muestran los diferentes drop que podemos encontrarnos, muestra como drop estándar al que es superior a 6 mm. Así que sin decírnoslo, dan por hecho que la pisada natural es aquella en la que se cae de talón. Obviamente esto no se lo creen ni ellos, pero «Business is business».

Conclusión

Teniendo claro que el drop ideal es el que se adapte a nuestra pisada natural, con el objetivo de minimizar el estrés innecesario en el cuerpo y permitir una pisada que sea lo más eficiente y cómoda posible. Solo queda el dilema de cual es esa pisada, si de antepié o de talón. Y aunque yo no tengo dudas de cuál es, no hay más que poner a un niño a correr con la mínima protección, al haber más de un 80% de corredores populares que caen de talón (vicio adquirido por el uso de un calzado inadecuado durante años), se podría pensar erróneamente que lo natural es caer de retro pie.

Nos vamos a encontrar zapatillas con un drop alto, que está relacionado con una pisada de talón, ya que la mayor altura del talón fomenta el aterrizaje con esta parte del pie. Y zapatillas con un drop bajo, que suele tener relación con una pisada de antepié o plano.

Así que, si eres corredor que sueles caer de talón y no planeas cambiar esa forma de correr, un drop de más de 6 mm puede ser la mejor elección para ti. En cambio, si eres un corredor que caes de antepié o plano, zapatillas con drop de menos de 6 mm es la opción ideal para mantener una técnica de carrera lo más eficiente posible. Mi opinión personal es, que un drop 0, junto a la ausencia de amortiguación, sería la mejor elección para llevar una Carrera Natural idónea.

Y termino diciendo que el Minimalismo no es la Panacea y seguramente no verás un récord del mundo de alguien corriendo con la mínima protección (Cuando lo hizo Bikila en el año 1960, no existía la tecnología que existe hoy en día que hace volar a los profesionales), pero de lo que si estoy seguro es que el Minimalismo es una herramienta estupenda para aprender a correr y prevenir lesiones derivadas de una mala pisada.

Características del calzado minimalista

Aunque técnicamente no vamos descalzos si estamos usando zapatillas, el calzado minimalista está hecho para imitar los beneficios de estar descalzo mientras proporcionan un mínimo de protección a nuestros pies.

Perfil bajo y flexibles

Una de las características clave de las zapatillas minimalistas es la suela que utilizan, con poco perfil y flexibles, permitiendo una mayor propiocepción y mejorando nuestra retroalimentación sensorial, es decir, haciendo que nuestro cuerpo reciba información del lugar donde pisamos y actuando en consecuencia para mantener el equilibrio deseado. Esto implica que la persona pueda sentir mejor el suelo bajo sus pies, lo que puede conducir a una mejor postura. Además, las características del calzado llevado a lo esencial, anima a los músculos y tendones de los pies así como la zona de la pantorrilla trabajen más activamente, reduciendo significativamente el riesgo de lesión y fortaleciendo nuestros pies, mejorando nuestra salud.

Horma amplia

Otra característica que distingue a las zapatillas minimalistas es su horma amplia en la zona de los dedos de los pies, que les permite tener libertad de movimientos a la hora del contacto con el suelo, favoreciendo la estabilidad y el equilibrio. Los zapatos tradicionales a menudo comprimen los dedos de los pies, lo que lleva a problemas como juanetes, dedos en martillo y neuromas de Morton. El calzado minimalista, por otro lado, da a los dedos de los pies espacio para moverse libremente, fomentando que su posición dentro del zapato sea más natural y cómoda.

drop 0

Y como última característica del calzado minimalista, tenemos el drop, que es la diferencia en milímetros desde el talón hasta la punta de nuestro pie respecto al suelo. El drop que mejor se adapta a una pisada natural es el drop 0, de ahí que las zapatillas minimalistas se caractericen por la ausencia de drop. El llevar un drop demasiado elevado que no se adapte a esa pisada natural nos forzará a cambiar esa pisada, pudiendo causar molestias que podrían acabar en lesiones. Y esto último, no es que lo diga yo, son las propias marcas de zapatillas las que hablan de ello, como en este caso Salomon: «El drop lleva siendo el centro de atención desde hace muchos años, ya que una mala elección (o, dicho de otra forma, un elección que no se adapte a tu pisada natural) puede aumentar el riesgo de sufrir lesiones. Un drop que no se adapte a tu pisada natural te forzará a realizar una pisada diferente, aumentando de forma excepcional el estrés en músculos y tendones. En principio, esto podría causar dolores y malestar inusuales que podrían acabar convirtiéndose en tendinitis o periostitis«.

Más allá de los beneficios físicos, las zapatillas minimalistas también han llamado la atención por sus atributos ecológicos y sostenibles. Muchos fabricantes dan prioridad al uso de materiales ecológicos y métodos de producción, reduciendo la huella de carbono asociada con la fabricación de calzado. Además, el diseño minimalista a menudo significa que se utilizan menos materiales en la construcción en el calzado minimalista en comparación con el calzado tradicional, minimizando aún más su impacto ambiental.

Un legionario en Sandalias en los 101 km de Ronda

Los que me conocen, saben que me gusta escribir mi experiencia de cada carrera que realizo, para así tener recuerdos de la misma una vez pasado el tiempo. Este año, he corrido los 101 km de Ronda y me pongo a ello, sin querer que se me pase ningún detalle. ¡¡Comenzamos!!.

Introducción

Seis años desde mi última participación en la conocida prueba de Ultra Distancia organizada por la Legión. Seis años más viejo, pero con la misma ilusión si cabe que en aquel 2018. Ese año hice la carrera de mi vida, junto al amigo Medi y Fran, completando el recorrido de Los 101km Ronda en 10h31’37» y terminando en el puesto 23 de la General y el 9 de mi Categoría. En aquella ocasión corrí con unas Merrell Trail Glove 4.

Este año decidí preparar para la prueba en sandalias, al igual que en 2017, utilizando la misma marca, Pies Sucios. En aquella ocasión, llevé unas Nunche 2, las cuales aún conservo y de las que tengo gratos recuerdos. Para los 101 km de este año, elegí el modelo Terra, descrito por la marca como unas todoterreno. Estas sandalias se comportaron de manera excepcional tanto durante la preparación como en la prueba misma.

Preparación

En 2021 decidí volver a estudiar después de muchos años. Soy un apasionado del deporte y en especial todo lo relacionado con el running y la técnica de carrera en especial. Así que me he titulado como Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva, para de alguna forma ampliar mis conocimientos y al mismo tiempo estar certificado y capacitado para hablar de ello. He pasado dos años sin seguir una planificación ordenada. Me he limitado a correr un par de veces a la semana para mantener una base aeróbica mínima. Esto ha provocado que, cuando quise retomar el entrenamiento, me resultara más difícil de lo esperado. Por lo tanto, puedo decir que mi preparación para la cita en Ronda se ha concentrado en los últimos cuatro meses. Desde enero hasta ahora, he aumentado progresivamente el volumen de kilómetros, dividiendo mi entrenamiento en cuatro mesociclos de cuatro semanas cada uno. Me he enfocado más en acumular kilómetros para fortalecer mis pies como hace dos años y he dejado en segundo plano el trabajo de fuerza, ya que con mis obligaciones familiares no tenía suficiente tiempo para hacerlo todo.

¿Es suficiente para terminar la prueba? La respuesta es SÍ. ¿Es suficiente para mejorar el tiempo de 2018? La respuesta es NO. Aunque yo pensaba que sí. Comparando la planificación de aquel año con la de este, este año he sido más organizado y meticuloso. Sin embargo, olvidé algo que en aquel entonces tenía muy trabajado: las sesiones de fuerza. Además, ahora tengo seis años más, lo que también debía de tener en cuenta. Todo esto me ha demostrado que el entrenamiento de los meses previos a la carrera no ha sido suficiente para mejorar mi tiempo..

El fin de semana de la prueba he disfrutado con mi mujer y los dos pequeños de la casa, con tres buenos amigos y compañeros de entrenamientos y sus respectivas parejas. Ya solo por esto, ha merecido la pena el venir una edición más a esta magnífica prueba de Ultrafondo.

La carrera

Este año, la salida se adelanta a las 9:30 de la mañana, lo cual prefiero porque me da la opción de llegar a meta aún de día si todo sale bien. A las 8:00 ya estábamos dentro del campo de fútbol para asegurarnos una buena posición cuando dieran la señal de salida. Como cada año, el «Novio de la Muerte» precede a la salida, lo que inevitablemente hace que los nervios se pongan a flor de piel y nos llene de emoción por empezar y cumplir el sueño de terminar esta prueba tan especial.

Una vez en marcha, es fácil encontrar una buena posición ya que salimos delante, y después de un par de kilómetros rápidos, ajusto al ritmo estimado que tenía establecido. Según mi planificación, hasta Arriate debía mantener una media de 5’32″/km, pero obviamente eso no se cumplió. A los pocos kilómetros me encuentro con mi compañero de club y amigo Juanma, que está en una forma envidiable. Él marca el ritmo y yo intento mantenerme a su lado. No era el ritmo cardíaco que esperaba, pero en principio parece que puedo aguantarlo sin grandes complicaciones. Esto hace que cuando llegamos a Arriate, la media fuera de 5’05″/km. Allí me llevé la sorpresa de ver a mi mujer e hijos (los esperaba en Setenil) y me dio una alegría enorme. Los abrazos y ánimos, como era de esperarse, me dieron fuerzas para seguir adelante.

Juanma y yo manteníamos un buen ritmo, presenciando de primera mano la intensa batalla en la categoría femenina. Había hasta cuatro corredoras en menos de 200 metros de distancia entre ellas. Que me corrijan si me equivoco, pero creo que esta ha sido la edición con mayor calidad de corredoras, una auténtica locura los tiempos que marcaron en meta. Nosotros seguíamos concentrados en nuestra carrera, y hasta tuvimos energía para subir alguna historia en Instagram. En el kilómetro 36, acabábamos de subir unos 330 metros de desnivel positivo en apenas 5 kilómetros (Cortijo del Polear).

Próxima parada… Alcalá del Valle. El calor empieza a apretar y Juanma decide bajar el ritmo porque empieza a tener amagos de calambres musculares. Yo decido seguir junto a la que en ese momento era la quinta fémina hasta Alcalá del Valle, donde paro a refrescarme y ya me quedo solo durante toda la carrera. Las sensaciones no son buenas y apenas cruzo palabras con los corredores que me encuentro en el camino. No estaba disfrutando y eso me tenía preocupado. Solo me quedaba seguir y esperar que al llegar a Setenil y ver a mi mujer y mis dos pequeños, me subieran el ánimo y así poder continuar.La clasificación en ese momento me era totalmente indiferente; sentía que iba mucho más atrás de lo que realmente estaba.

La llegada a Setenil de las Bodegas se me hace interminable pero conseguimos llegar y disfrutar de uno de los ambientes más bonitos de los 101 Km de Ronda. Las sensaciones no eran las mejores pero aún andaba dentro de los tiempos estimados que tenía planteado antes de la carrera.

Y allí estaban ellos, que me han seguido durante toda la carrera. Sin el apoyo del Team Baeza otro gallo cantaría, y el final hubiera sido totalmente diferente al que fue. No tengo palabras para agradecerle a ella que estuviera de pueblo en pueblo siguiéndome con dos pequeños salvajes. Para mí, casi más mérito tiene lo que ella hizo que lo que hice yo. Como para no pararme a darles besos y abrazos cada vez que me cruzaba con ellos.

Dejo atrás Setenil y me dirijo al cuartel. Me quedan 20 km corriendo solo, dándole vueltas en la cabeza de si debería retirarme en el km 70. Estoy hospedado a menos de un kilómetro del cuartel, pero voy destrozado. Las piernas no responden en las subidas, aunque en llano y bajadas adelanto a todos los que me pasan en las cuestas. Me doy cuenta de que fallé en la planificación. Por más que le doy vueltas, siempre llego a la misma conclusión: me falta trabajo de fuerza y no entrené suficiente el desnivel.

En esos kilómetros, aprovecho para llamar a mi mujer y decirle que me voy a retirar al pasar por el hotel. Le pido que me prepare la cama porque voy directo a ella. Ella me da ánimos y me dice que sigo en los tiempos que le mencioné antes de la carrera, con solo unos 10 minutos de retraso. Al llegar al hotel, me encuentro con mi amigo Chema (un loco del deporte al que aprecio mucho) y entre los dos me animan a seguir. Creo que si él no me acompaña hasta la entrada del cuartel, me hubiera quedado allí. Pero, de alguna manera, cambio el chip y decido terminar aunque tuviera que andar los últimos 31 km restantes. Así que me vengo arriba y sigo sin mirar el reloj ni el tiempo ni nada. Tenía que terminar como fuera, porque para eso estábamos allí: para acabar una edición más sin que el tiempo fuera lo más importante.

Aún pasándolo realmente mal, porque como dije antes, las piernas no respondían en las subidas, seguí adelante. En ese momento no tenía idea de mi clasificación, y sinceramente, ya no me importaba. Después de la carrera, vi que en realidad iba adelantando posiciones en cada punto de control, así que no iba tan mal como pensaba. Pero ahora tocaba la peor parte de la prueba: la subida a la Ermita y el Hacho. En 2018, ya lo había hecho y no lo recordaba tan terrible. Este año fue un suplicio; la subida a la Ermita se me hizo interminable, casi 350 metros positivos en apenas 8 km. Me quedé sin agua y me encontraba solo en medio de la nada. Unos kilómetros antes había dejado atrás al equipo que al final ganó en esa modalidad (la lucha por equipos estuvo súper interesante y tuve el placer de compartir kilómetros con ellos). Llegué al avituallamiento del cementerio de Montejaque después de una bajada sinuosa y empedrada que se hizo notar en mis pies, pero que logré bajar corriendo. Antes de la subida al Hacho, literalmente me metí debajo del grifo de agua. Me refresqué bien, llené los dos botes y continué mi marcha para acumular otros 250 metros positivos en 5 km de recorrido, que me llevarían de vuelta a Montejaque.

Mi mujer ya me esperaba en Benaoján, y una vez pasado Montejaque, rumbo a la Estación de Benaoján, me doy cuenta de que he superado lo peor de la prueba. Puedo correr en las bajadas y sigo adelantando a corredores que tienen dificultades para mantener el trote. Llego a Benaoján y, aunque llevaba buen ritmo, al ver a mi mujer, solo me sale decirle, «llévame a casa». Pero la verdad es que me sentía mucho mejor de lo que pensaba.

Me tomo un respiro con la familia y les digo que nos vemos en la Alameda de Ronda. Solo quedaba apretar los dientes e intentar llegar con la luz del sol .Me quedaban el Cortijo de la Manía, el Puerto de la Muela y esa última subida de la cuesta del Cachondeo que precede a la avenida que lleva a la meta. Ya si estaba seguro de que iba a terminar mi cuarta edición como marchador en los 101 km de Ronda.

Quedan apenas 15 km y empiezo a darme cuenta de que, muscularmente, me siento muy bien. Paso a corredores e incluso en las subidas, que se me hacían interminables, soy capaz de mantener mi puesto sin que me adelanten. En las bajadas, me sorprende gratamente ver que puedo mantener un ritmo muy bueno. Solo queda disfrutar de la edición en la que peor lo he pasado, pero de la que más he aprendido.

Disfruto de la subida a Ronda, evitando el empedrado de la calzada al caminar por los bordes, lo cual mis pies agradecen. Al llegar arriba, mi cara cambia al ver la avenida repleta de gente y se desata la locura. No puedo contener mi alegría; como todo aquel que termina los 101 km, me siento ganador. He vencido a mi mente cuando me pedía que me retirara y he gestionado bien la falta de fuerza en las piernas durante las subidas. Incluso logro correr los últimos 600 metros rápido, llevado por la emoción del momento. En ese instante, mi frase «Estoy loco y ando suelto» cobra más sentido que nunca.

Solo me queda encontrar a mi familia en medio de la multitud para entrar en meta con mis dos pequeños, pero eso resulta imposible. Al final, entro junto a un corredor al que no conozco, pero que gentilmente me deja cruzar la meta antes que él (se llama Polín, corredor muy conocido por la zona, y a quien le debo una disculpa por no haber intercambiado unas palabras con él, ya que mi cabeza solo estaba en encontrar a los míos).

Detengo el tiempo en 11h23’56», quedando el 39 de la General y el 16 de mi categoría.

Y para concluir…

Hace tiempo que intento no darle demasiada importancia al hecho de correr con calzado minimalista. Lo uso porque creo que es la mejor opción para la carrera en cuestión. Entiendo que llame la atención verme correr con sandalias a esos ritmos e incluso que genere algún tipo de recelo en algunos corredores. He escuchado de todo… Desde que lo hago por una promesa, pasando porque quiero llamar la atención, hasta que la idea es terminar la carrera para vender sandalias en la meta. Por suerte, los que me conocen y muchos otros corredores, respetan mi forma de correr, aunque no siempre la compartan.

Una de las cosas que me ha enseñado el minimalismo es a no prejuzgar a nadie sin conocerlo, y esto se ha convertido en un estilo de vida para mí. Es mi forma de disfrutar de este deporte. En mi caso, me he dado cuenta, especialmente en larga distancia, que a menor protección, menor cansancio muscular y más rápida es la recuperación después de la carrera. Lo que hago es el resultado de fortalecer mis pies durante muchos años, y estoy convencido de que no es válido para todo el mundo. Lo que me funciona a mí no tiene por qué funcionarte a ti. No pretendo decir que el correr descalzo o con la mínima protección sea la panacea, pero una transición bien realizada puede ser beneficiosa para nuestro pies y por ende, para nuestra salud.

Y termino, afirmando que, «El minimalismo es una herramienta excelente para aprender a correr» por una asimilación natural de una correcta técnica de carrera. El gran problema del corredor popular, en un 90% es que no sabe correr y de ahí todas las lesiones derivadas de la practica de este deporte, por culpa de una mala pisada, la cual intentamos corregir con una amortiguación y grosor de suela excesivos. Pero esto no deja de ser una opinión personal, con lo cuál, que cada uno elija el calzado que crea más conveniente.

Os invito a ser buenas personas, a respetar las opiniones de los demás mientras se expresen con respeto, a ser más empáticos y a no prejuzgar sin conocer. Un abrazo a tod@s.

I TRAIL IRIPPO en SANDALIAS

El Trail Irippo es una prueba de 30 km de longitud y un desnivel positivo de unos 500 m+, de dificultad media, con un trazado que recorre caminos y senderos dentro del término de Alcalá de Guadaira por su Vega y la Ribera del Guadaíra.

Para ser la primera edición, no estuvo mal la participación, en torno a los 250 participantes entre la modalidad Trail y Senderista. Se celebró el pasado domingo 28 de abril de 2024 con salida y llegada en el Nuevo Estadio Ciudad de Alcalá.

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La Carrera

Decidimos participar en esta primera edición, por dos razones. La primera de ellas, porque la organiza amigos del mundillo del Trail y había que, de alguna manera, apoyar a la organización y que esta sea la primera de muchas ediciones del Trail Irippo. Y la segunda razón, porque era un recorrido perfecto para la preparación que llevo de los 101 km de Ronda que se celebra en un par de semanas.

La idea era salir con el grupo de cabeza y dependiendo del ritmo que llevaran en esos primeros km, pues seguir y pelear la clasificación general o tomárnoslo con más calma y hacerla a un ritmo más llevadero. Exceptuando el primero, el ritmo del grupo perseguidor lo podíamos mantener sin mucha dificultad y decidimos quedarnos ahí. Ya sabíamos que el resto de carrera no iba a ser un paseo y que tendríamos que sudar la gota gorda para mantener esas posiciones. Cuando hablo en primera persona del plural, es porque llegábamos tres amigos y compañeros de fatigas con la idea de ir juntos el mayor tiempo posible, Ramón, Medi y un servidor.

Sobre el km 10, Medi, después de intentar acercarse al primero, tiene que levantar el pie del acelerador y se deja ir unos metros detrás de Ramón y mía, que nos mantenemos junto a otros dos corredores detrás del primero. En el km 15 ya nos hemos quedado solos para intentar dar caza al primer corredor, tarea complicada pues nos sacaba más de 2 minutos en ese momento.

Ya solo nos quedaba mantener la posición y que no nos adelantaran en lo que quedaba de carrera. Pero al llegar a un cruce y preguntar cuanto tiempo nos llevaba el primero, nos llevamos la sorpresa de que aún no había pasado. Según parece, se perdió en un giro y perdió bastante tiempo hasta reincorporarse a la carrera. Así que el conservar la segunda y tercera posición, se convierte en darlo todo en los 6 km que quedan de carrera para entrar primeros a meta.

Apretamos en la parte final lo que pudimos y conseguimos llegar a meta juntos, compartiendo el primer puesto del cajón. Medi se repuso y entró a escasos dos minutos detrás de nosotros. Así que el podium que los tres deseábamos se dio al final.

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Conclusión

Mi experiencia en esta primera edición no ha podido ser más positiva. Nos llevamos el primer puesto de la General a casa y encima compartido con dos amigos de batallas, que lo hace aún más especial.

El Trail es muy bonito ya que se realiza en el entorno de la Ribera del Guadaira, que sumado a las lluvias de las últimas semanas, hacía que estuviera en su máximo esplendor. Un Trail muy corrible, y con poco desnivel, que no llegó a los 500m positivos, que hace que sea idónea para corredores rápidos. Estoy seguro que se puede convertir en un referente en la provincia de Sevilla en próximas ediciones. Una organización de 10, como no podría ser de otra forma, estando por medio el Club de Turdetania Team.

Las sensaciones, a falta de dos semanas para la gran cita, no han podido ser mejores. Ahora solo queda esperar a ver que tal sale esos 101 km de Ronda del próximo día 11 de mayo. El camino hasta llegar aquí lo he disfrutado, ahora solo queda disfrutar el día de la carrera.

Para los que os gusta saber el calzado, o en mi caso, las sandalias que he utilizado, he corrido con Sandalias Pies Sucios, modelo Terra, el cual me están dando un resultado excelente.

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SANDALIAS TERRA DE PIES SUCIOS

Las sandalias Terra de Pies Sucios se sitúan como un modelo intermedio entre las Simna y las Stone de la reconocida marca Pies Sucios. Este diseño ha sido concebido como una sandalia versátil, destacando por su buen rendimiento en diferentes tipos de terreno. En este post, exploraremos sus características y, más adelante, actualizaremos para evaluar cómo se desempeñan a medida que van pasando los kilómetros.

Suela

Estamos hablando de unas sandalias de 10 mm de grosor y fabricadas con el compuesto Vibram Morflex. El modelo de suela Woodstock presenta un diseño multidireccional y un dibujo pronunciado que proporciona un buen agarre en cualquier terreno. Si buscas información sobre el compuesto de la suela, es posible encontrar diferencias entre algunos vendedores, mencionando Morflex unos y Newflex otros. Para aclarar esta duda, te proporciono la descripción del material de la suela directamente de la web del fabricante, Vibram.

Footbed

Sorprende su peso, con tan solo 95 gramos en la talla 42, proporcionando sensación de libertad en nuestros pies, como si no lleváramos nada. La zona de contacto con la base del pie, denominada footbed, cuenta con la tecnología Cromtex, un material sintético que es suave al tacto, ofreciendo comodidad cuando las llevamos puesta, además de durabilidad que caracteriza a este tipo de material.

Ajuste

El sistema de correas es PSZip para un ajuste rápido, fácil y una sujeción óptima. Está compuesto por tres tensores de plástico: uno central que facilita el desplazamiento del cordón proveniente de los dedos de un lado a otro, junto con dos tensores laterales en la zona interior del pie, encargados de ajustar tanto el empeine como el talón de manera independiente.. Este diseño intuitivo te permite adaptar las sandalias a tus preferencias de manera instantánea, asegurando un ajuste perfecto en cualquier situación. Veo una notoria mejora en comparación con el ajuste convencional al que estamos habituados en las sandalias.

Además, Pies Sucios ofrece un calzado vegano, completamente libre de productos de origen animal, con un firme compromiso hacia la sostenibilidad y la ética, creando unas sandalias que no solo satisfacen las necesidades de rendimiento, sino que también reflejan los valores del usuario.

Conclusión

Estamos describiendo unas sandalias que destacan por su ligereza y flexibilidad, además de contar con un taqueado adecuado que no resulta excesivamente agresivo, permitiéndonos correr prácticamente por cualquier terreno. Aunque no he tenido la oportunidad de recorrer distancias significativas con ellas, el sistema de ajuste de las correas me ha impresionado positivamente; es espectacular, sencillo y muy intuitivo. Los detalles y acabados de las sandalias han sido cuidados con esmero, lo que las convierte en una opción interesante incluso para el uso diario, especialmente durante la temporada estival

El precio actual de estas sandalias ronda los 58 euros, y aunque inicialmente pueda parecer elevado para un par de sandalias, puedo asegurarte que se trata de un precio bastante competitivo, considerando que son unas sandalias de una durabilidad prácticamente infinitas en su uso continuado.

He completado los primeros kilómetros con las sandalias, y las sensaciones han sido positivas. Mantendré actualizada la entrada a medida que continúo acumulando kilómetros con estas Terra, que prometen un rendimiento excepcional.

Actualización despúes de 1000 km con ellas recorridos (18/05/2024)

Aprovechando que la semana pasada hice una ultra de 101 km en Ronda, y después de recorrer más de 1000 km con ellas, creo que ya puedo sacar algunas conclusiones.

Las sandalias tienen un diseño atractivo con una suela de 10 mm de grosor hecha de compuesto Morflex de Vibram, lo que proporciona buen agarre en casi cualquier terreno, excepto en los más técnicos. Las correas tienen 15 mm de ancho con tres tensores: dos en la parte interior del pie y uno en el empeine. El material de contacto con el pie, denominado Cromtex, es realmente impresionante.

Después de 1000 km, las sandalias han mostrado un poco de deformación debido al compuesto Morflex, que se adapta a la forma de nuestro pie. Son muy cómodas, y en unas pocas salidas ya me sentía a gusto con ellas. El taqueado ha aguantado bien, aunque tiene el desgaste típico en la zona de contacto con el suelo, que en mi caso es la parte delantera y media del pie, mientras que la zona del talón está prácticamente intacta.

El Footbed de Cromtex ha funcionado de maravilla, especialmente porque me sudan mucho los pies y necesitaba buen agarre. Las correas y los tensores siguen en buen estado, aunque decidí prescindir de la hebilla del empeine porque me generaba molestias.

La semana pasada corrí con ellas los 101 km de Ronda y se comportaron excelentemente, incluso en terrenos con bastante piedra. Al día siguiente ya pude salir a trotar un poco, y a los dos días estaba corriendo suave de nuevo. Son sandalias muy versátiles, ideales para cualquier tipo de terreno que no sea extremadamente técnico, y su durabilidad es excelente, con una vida útil mínima de 1500 km si las usas para correr.